29.5.08

Carta de mi amiga Mina la viajera



Castellar de Santiago 11 de mayo de 2008

Mi querida y estimada amiga Lana;

Te estoy escribiendo desde mi segunda residencia, no sé si tu bípeda te habrá comentado que estoy pasando unas días en este pueblo maravilloso que es Castellar, me he traído conmigo a los amigos que viven en mi casa de Móstoles, sobre todo para que me hagan de taxistas, ya sabes que yo soy muy cómoda y tienen que llevarme y traerme a todas partes (de alguna manera tienen que pagarme el que les permita vivir conmigo), a pesar de que les estoy muy agradecida, pues se portan muy bien conmigo. Claro esto no se lo puedo decir a ellos, ya sabes, les das la mano y luego se cogen la pata.

Como te he comentado, los días aquí son muy tranquilos, y no tengo que aguantar las subida de las persianas y los ruidos de los coches todos los días a la misma hora, que me ponen de los nervios. A mis amigos le estoy convenciendo poco a poco para que me abran las ventanas de la segunda planta, y si te soy sincera no me cuesta mucho convencerles, tú ya sabes que tengo una especial habilidad para convencer a los Bípedos, y en especial, a los que viven con migo, pues utilizo mis dotes femeninas y mis famosos ronrroneos y ya los tengo en el bote..

Cómo te decía, mis amigos ya me abren las ventanas y salgo a darme un garbeo por todos los tejados del alrededor de ésta mi segunda residencia, no vayas a creer que te lo comento para darte envidia, pues me gustaría que tu Bípeda te permitiera venir alguna vez de vacaciones por estos lares, ¡ lo pasaríamos güay güay del paragüay!, Aquí en este pueblo, las que somos de Madrid triunfamos y ligamos mucho, los novios me salen por doquier, pero yo como te he comentado otras veces, no quiero compromisos de ninguna clase, coqueteos sí, todos los que me permite mi buena educación pero nada más.

Debo confesarte mi querida amiga Lana, que a veces los amigos que he traído se ponen un poquito pesados, quieren que esté hablando con ellos constantemente, pero como tú bien sabes, nosotras no somos tan parlanchinas como los Bípedos, que se pasan los hora hablando y al final no dicen nada coherente. Ahora eso sí, cuando yo necesito de sus atenciones no paro hasta conseguirlo; el que ha hecho de taxista debe tener mas paciencia que el “Santo Job” no lo dejo ni un instante tranquilo, que si “prepárame la comida”, que si "ahora me tienes que peinar”, que “ábreme la puertas”, que “ahora las ventanas”, que ¡acompáñame a subir las escaleras para inspecciones las habitaciones de la segunda planta a ver si las han limpiado bien”, que “hazme la cama”, pero ahí no queda todo, cuándo mis amigos están tranquilos haciendo algo que para ellos debe de ser interesante… “Voilá” ahí estoy yo, tratando de llamar su atención subiéndome por sus piernas para que me cojan en brazos y me acaricien, eso es lo que más me gusta, interrumpirles, que para algo soy yo la dueña y señora de la casa faltaría Plus.

Bueno mi querida amiga Lana, mas adelante te seguiré escribiendo y contándote como lo sigo pasando, en éstos momento estoy viendo a mis amigos con cara de sueño, y voy a ver si consigo que se vayan a dormir y los arropo, no quiero que cojan un catarro y luego se pasen la noche tosiendo y no me dejen descansar.Son como unos gatitos y tengo que cuidarlos. Bueno no tengo más que contarte en estos momentos, ya te seguiré teniendo al día en la próxima carta que te escriba; muchos Besos y ronroneos de tu amiga para siempre Mina.

Se me olvidaba comentarte, cuándo veníamos de Móstoles hicimos un alto en el camino, en un pueblo que le llaman Torrenueva, la verdad no sé por que lo llaman así, pues ni tiene Torre y tampoco es nueva, el caso es que hicimos dicha parada en casa de unos sobrinos que tienen mis amigos, tú sabes que nosotras somos muy curiosas, y cuándo vamos por primera vez algún sitio, lo primero que hacemos es investigarlo todo, estuve casi una hora dando vueltas a la famosa Cocinilla, ¡ chica eso era más grande que un campo de Futbol!, más tarde me presentaron a una amiga, que tenia las orejas más grandes que las del Príncipe Carlos de Inglaterra y en vez de rabo lo que tenia era una protuberancia como un pompón, yo creía que era una malformación genética, luego ella me aclaró que era una “Coneja”, el caso es que nos hicimos amigas, y mientras todos los Bípedos saciaban su apetito y se contaban sus chismes, nosotras hacíamos lo mismo pero con mucha mas educación que ello. Ya hemos quedado para vernos en un próximo viaje y contarnos nuestras experiencias, y sobre todo, ella que tiene en su casa a dos Bípedas pequeñas que no la dejas tranquila ni un solo momento, y según me comentó no la cuidan muy bien, ellas van a su bola y solamente la utilizan para entretenerse.

P.D. Se me olvidaba, darles muchos mordiscos y arañazos a tus Bípedos de mi parte, siempre tuya Mina.

3 comentarios:

Noemi Risco Mateo dijo...

Vaya, ¡qué gata más guapa! Mira que a mí las carey no suelen decirme nada, pero esta tiene una cara que transmite buenas vibraciones :)
A mí me da un poco de cosa sacar a los míos por miedo a que no sé cómo van a reaccionar. Pero claro, no se sabe hasta que no se prueba.
Un saludo y que te lo pases genial ese fin de semana :) Ya nos contarás qué tal la experiencia.
Tanakil.

Tunia dijo...

Felicidades con adelanto a Mina la viajera¡¡¡
ALgo tenemos en comun tu amiga y yo¡Las dos vivimos en Mostoles¡¡
Mina deberia tener cuidado con los tejados para una gatita de piso suelen ser desastrosos.
Saludos Lana
Tunia

Pokhara dijo...

Lana, FELICIDADES!!! ¿Vas a celebrar el cumple? Nosotros no queremos faltar, ¿eh? Eso que lo sepas!! jijiji.

Por cierto, tu amiga Mina parece muy simpática. Nos gustaría conocerla.
¿Tiene Blog?

Ronroneos.